Dos parejas en la Bretaña francesa

Quien no conozca la Bretaña francesa tiene que empezar a planear un viaje tal cual como este que hicimos para dos parejas españolas que nos pedían no tener que ocuparse de nada y a la vez poder conocer en profundidad la región y sus secretos.

Personas	4
Días	8
Ciudades	Nantes, Rochefort-en-Terre, Josselin, Vannes, Concarneau, Locronan, Portrieux, Saint malo, M. St. Michel, Rennes.
Precio pax	2.290 euros.

Día 1. 28 de mayo. Madrid‐Nantes‐Rochefort.

¡BIENVENIDOS!

Nos encontramos en el aeropuerto de Madrid y volamos juntos hasta Nantes donde exploramos el majestuoso Castillo de los Duques de Bretaña, un castillo medieval con un foso que alberga un museo histórico y disfrutamos de un paseo por su centro histórico de Nantes, con sus calles adoquinadas y edificios antiguos. Luego pusimos rumbo a Rochefort‐en‐Terre. Esta encantadora ciudad se encuentra en una colina y es famosa por su arquitectura de entramado de madera y su belleza medieval. Exploramos sus callejuelas y disfrutamos de tiendas y restaurantes pintorescos para terminar el día degustando las especialidades locales.

Día 2. 29 de mayo. Rochefort‐Josselin.

EMPEZAR A DESCUBRIR.

Arrancamos el día visitando el Castillo de Josselin, una fortaleza gótica con torres imponentes situado a orillas del río Oust. Exploramos los jardines y aprendimos sobre la historia de la región. Recorrimos también el pueblo, igualmente encantador, con casas de entramado de madera y una atmósfera muy medieval. Zona de mercadillos y granjas de productos locales, los recorrimos y organizamos un típico picnic bretón, con la tarta de mantequilla kouign amann de postre.

Día 3. 30 de mayo. Zona Josselin‐Vannes‐Concarneau.

Nos dirigimos por las carreteras costeras del sur de Bretaña hacia el centro histórico de Vannes, rodeado de imponentes murallas medievales. Vannes es conocida por su arquitectura medieval y su ambiente encantador. Visitamos la Catedral de Saint‐Pierre y la Place des Lices, una animada plaza con cafés y tiendas. Dedicamos la tarde a recorrer la Bahía de Morbihan (pequeño mar en bretón) conocida por sus más de 40 islas y su paisaje salpicado con playas, dunas y pequeñas colinas. Proseguimos a Quiberon, esta península situada en la costa sur de Bretaña, conocida por sus playas y paisajes impresionantes y por sus famosas alineaciones de menhires. Terminamos el día en Concarneau donde paseamos por su casco antiguo bien conservado y su pintoresco puerto y visitamos el islote fortificado de Ville Close.

Día 4. 31 de mayo. Zona Concarneau‐Locronan‐Punta Raz.

Comenzamos el día conociendo Quimper, una encantadora ciudad en el departamento de Finisterre, conocida por su arquitectura medieval y su catedral gótica de Saint‐Corentin. Visitamos el Museo de Bellas Artes y el interesante Museo de la Faïence (cerámica). A continuación, nos dirigimos a Punta Raz: este cabo rocoso en la costa de Bretaña ofrece vistas espectaculares del océano y los acantilados. Exploramos este sitio natural protegido con sus acantilados escarpados y su faro icónico. La zona es ideal para paseos por sus fáciles senderos que ofrecen las mejores vistas panorámicas de la costa y el mar. Terminamos el día en Locronan, un pueblo histórico que parece haberse detenido en el tiempo. Sus calles empedradas y casas de entramado de madera crean un ambiente único y pintoresco. Una de las anécdotas de la visita a la punta de Raz fue el desafío que fue el camino a pie desde el aparcamiento hasta llegar al cabo propiamente dicho, que aunque requirió esfuerzo, fue muy gratificante e impresionante para nuestros clientes, y así nos lo hicieron saber.

Día 5. 1 de junio. Zona Brest‐Portrieux‐Saint-Malo.

Admiramos algunos de los más imponentes faros bretones, dos de ellos en la Rade de Brest, Faro de Portzic y Faro de Minou, ambos en activo, orientando a las embarcaciones en la región. Muy cerca de la ciudad de Brest nos deleitamos con el icónico Faro de Saint Mathieu y la abadía medieval en ruinas que le da nombre. Proseguimos hacia las playas de la zona de Portrieux, ideales para relajarse y disfrutar del sol. Visitamos la impresionante playa de Pléneuf‐Val‐André y sus alrededores. No perdimos la oportunidad de visitar sus míticos bares de ostras y mejillones, auténtica exquisitez local, y aprovechamos para acompañar con sus famosos bolées de sidra. Terminamos el día en Saint-Malo, otra ciudad amurallada de arquitectura histórica y fortificaciones con murallas transitables desde las que obtuvimos vistas panorámicas únicas del mar.

Día 6. 2 de junio. Dinan‐Dinard.

Descubrimos primero la encantadora ciudad de Dinan con su casco antiguo excelentemente conservado y sus típicos edificios de madera apiñados y asomados a un precipicio. La rue du Jerzual, la más antigua de la ciudad, nos transportó a otra época, coronando en las míticas Place des Merciers y Place des Cordeliers. Degustamos los famosos crepes bretones y sus galettes (de trigo sarraceno con relleno salado) y posteriormente nos dirigimos a Dinard, una elegante ciudad costera conocida por sus playas y villas de la Belle Époque.

Día 7. 3 de junio. Mont Saint-Michel‐Vitré‐Rennes.

De camino a Mont Saint-Michel admiramos la majestuosa vista del monte y la abadía en su cima. Comenzamos nuestra visita explorando la abadía, un sitio histórico impresionante, y dedicamos tiempo a recorrer las estrechas calles empedradas y las tiendas en la base del monte. Disfrutamos de un almuerzo en uno de los restaurantes locales y continuamos explorando la zona circundante y las marismas, que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Visitamos el cercano pueblo de Pontorson antes de poner rumbo a Vitré con su impresionante fortaleza.

Día 8. 4 de junio. Rennes‐Nantes‐Madrid.

Terminamos el viaje en Rennes, capital de Bretaña, hogar de la Place des Lices, la Catedral de San Pedro, el Parlamento y el Parque du Thabor, un hermoso jardín botánico local. Posteriormente nos dirigimos al aeropuerto de Nantes para coger el vuelo de regreso a Madrid.

¡BUEN REGRESO Y HASTA LA PRÓXIMA!